Rodrigo Chaves y el “despertar de la conciencia de la sociedad civil”

No es tarea del presidente de la República juzgar la labor de los diputados y los magistrados, con quiénes más bien corresponde hacer equipo, respetando la separación de Poder, para gobernar. Todo, en función del claro mandato de que el gobierno lo ejercen los tres Poderes.
Orlando Aguirre, Rodrigo Arias y Rodrigo Chaves
photo_camera Orlando Aguirre, Rodrigo Arias y Rodrigo Chaves

El presidente de la República, Rodrigo Chaves dejó establecido el domingo pasado, durante una cadena nacional de radio y televisión, que “gente sabia” le ha hecho entender que “gobernar es comunicar y despertar la conciencia de la sociedad civil”.

Y agregó que: "nosotros lo que hacemos es sentar responsabilidades para que la conciencia de esta sociedad sea más realista y se despierte”.

En cuanto a la importancia de comunicar, estamos totalmente de acuerdo con el presidente Chaves. Pero, es claro que gobernar no se resume a comunicar. De hecho, es quizá uno de los elementos menos trascendentales en ese ejercicio de gobernar.

Entonces, comunicar debe ir estrechamente relacionado con el establecimiento de prioridades que implique sacar adelante las principales tareas de la administración.

Ya superado ese punto, lo otro tiene que ver con qué comunicar y cómo hacerlo. Porque cuando se habla de que la conciencia de una sociedad sea más realista, entramos en un terreno muy subjetivo. Habría que ver cómo interpreta cada quien ese ser realista.

Cuando la información es incompleta, tergiversada, distorsionada y encima se le suman opiniones muy personales de quien la entrega, entonces el resultado cambia.

Las formas, claramente no interesan al presidente Chaves, que suele más bien atacar a las personas en lugar de debatir con ellas. En ese tanto, es del gusto de lanzar toda suerte de ataques y amenazas, en todos los tonos, incluso llegando a los ataques personales, aunque insista en decir que solo es directo al hablar.

En cuanto a qué comunicar, el ejercicio también obliga a definir prioridades. Pero, más allá de ello, el mensaje debe ser el correcto. Este punto no lo suele respetar el mandatario.

Cuando comunica, lo hace con medias verdades y cuestiones sacadas de contexto, lo cual puede servir a objetivos no anunciados. Chaves siempre sugiere que quienes se le oponen tienen segundas intenciones. Pero, nadie sabe si ese también es su caso.

Por ejemplo, es casi seguro que la casi totalidad de los costarricenses dirá sí, cuando se le pregunta si está de acuerdo en que se construya el proyecto denominado Ciudad Gobierno. Y más aún, si se explica que con ello el Gobierno se ahorrará miles de millones de colones al año que hoy se van en alquileres.

Sin embargo, es muy probable que la ecuación cambie si se les pregunta a las personas si están de acuerdo en que el Estado celebre contratos sin supervisión de algún ente, sea la Contraloría General de la República o algún otro.

Ya en esta misma administración, y por parte del propio Chaves, se denunció que hubo una licitación, al parecer, elaborada a la medida para que la ganara una empresa específica.

Entonces, claro: cuando se plantea que el país vaya a un referéndum, debe quedar claro el para qué. Eso se logra hablando de frente y poniendo sobre la mesa los elementos pertinentes. Cuando se usan eufemismos como “Ley Jaguar”, por ejemplo, en lugar de Ley de Reforma a la Contraloría, o Ley de reforma a la Ley de Contratación Administrativa, ya allí se asunto se comienza a desviar.

Un punto adicional que no podemos obviar es cuando el presidente dice que lo que hace es sentar responsabilidades. Claro que lo tiene que hacer. Pero, en los frentes que le competen como jerarca del Poder Ejecutivo.

En ninguna parte de la Constitución Política que nos rige se establece que el mandatario es una especie de juez a quien corresponde valorar el desempeño de los integrantes de los otros Poderes de la República.

Por lo tanto, no es tarea del presidente de la República juzgar la labor de los diputados y los magistrados, con quiénes más bien corresponde hacer equipo, respetando la separación de Poder, para gobernar. Todo, en función del claro mandato de que el gobierno lo ejercen los tres Poderes.

Y, la comunicación, en todo caso, debe ser asertiva, algo que no es del gusto del presidente Chaves.

De allí que, si quiere ajustarse a las premisas que estableció en su cadena nacional, debería comenzar por ajustar las prioridades de su administración. Hecho eso, seguirá resolver también un orden de prioridades en cuanto a qué comunicar y cómo hacerlo.

Debe haber seriedad, y mucho sentido de responsabilidad en este punto. Porque, de lo contrario, los resultados serán nefastos para el país.