Después de presentar durante años avances importantes en materia de acceso y cobertura, la escuela primaria pública costarricense registró un bajonazo en el 2023, si se compara con poco más de una década atrás, para ubicarse en un 93,6%.
El Ministerio de Educación Pública (MEP) es el rector en materia educativa en el país. Le corresponde garantizar un servicio de calidad a los que acuden al sistema educativo público y supervisar al sistema privado.
Comparado con el 2022, la tasa neta escolaridad del MEP tuvo una reducción, el año anterior, de 0,9 puntos porcentuales (p.p) y de 2,4 p.p desde 2019, porcentajes que además están muy por debajo de los registrados para el periodo 2010-2011.
“En materia de cobertura y acceso, la tasa neta de escolaridad en la educación primaria muestra un deterioro significativo, al pasar de niveles cercanos al 98% entre 2010-2011 a un 93,6% en 2023, lo cual aleja al país de la meta de universalización del servicio”, detalla la Contraloría General de la República (CGR) en un reciente informe.
La entidad fiscalizadora del Estado publicó el documento denominado “Opiniones y sugestiones: Los servicios educativos del MEP ante un punto de inflexión: habilitando la transformación de cara al futuro”, en el que hace una radiografía de la condición de la educación pública costarricense en diferentes aspectos.
En lo referente a preescolar, también se registra un retroceso pues pasó de 88,7% en 2019 a 86,7% en 2023.
Además, según valoró la CGR, a nivel internacional, en 2020 Costa Rica se situó en los puestos 24 y 29 entre 37 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)en cuanto a la cobertura de los grupos etarios de 4 y 5 años, respectivamente. Y se ubicó en el puesto 36 para la población de 3 años, pues sólo el 5,6% de los menores de esta edad asisten a preescolar.
Para este grupo etario, países como México, Colombia y Chile reportaron una cobertura media de 53%.
Mientras tanto en secundaria se presentó un aumento en la cobertura en el 2023 con respecto al 2019, pues se ubicó en 81,7% en 2023.
“Sin embargo, el ciclo de educación diversificada continúa rezagado, con una tasa de neta de escolaridad del 60,7% en 2023, que incluso muestra una desmejora respecto a 2022, cuando se situó en 61,3%.
“De acuerdo con la OCDE (2023), la proporción de personas entre 15 y 19 años que se encuentran matriculadas en el sistema educativo en Costa Rica fue de 63% en 2021, lo que la sitúa como la segunda más baja de toda la Organización, sólo por encima de Colombia y México (ambos con un 59%); como referencia, el promedio de la OCDE es de 84%. Aunque este indicador no corresponde a la cobertura de educación secundaria, refleja en gran parte la situación del grupo etario en edad de cursar estudios secundarios”, anotó la CGR.
Desmejora continua
También reseña la institución que los servicios educativos enfrentan desafíos para ver materializados los objetivos y resultados esperados.
En la educación preescolar, por ejemplo, la proporción de estudiantes que alcanza un nivel de desarrollo avanzado en los aprendizajes pasó de 66,2% de la población estudiantil en 2021 a 54,5% en 2022, tendencia que se mantenía al primer semestre de 2023, pues sólo el 44,6% del estudiantado alcanzó el nivel avanzado.
“Esta tendencia descendente en el rendimiento inicial impacta negativamente en los niveles educativos siguientes, estableciendo una base frágil para el aprendizaje futuro. Máxime considerando que la disminución en el rendimiento no sólo es académica, sino que también se refleja en desigualdades socioeconómicas y regionales. Los datos muestran que existe una disparidad notable en los resultados educativos entre las poblaciones en situación de vulnerabilidad socioeconómica”, detalló la CGR.
Puntualiza el informe que los centros educativos situados en distritos con un Índice de Desarrollo Social (IDS) bajo o muy bajo muestran resultados inferiores al promedio en casi la totalidad de los aprendizajes evaluados: 25 de 27.
Asimismo, el estudiantado que asiste a centros educativos públicos en zonas indígenas también presenta un desempeño por debajo del promedio en todos los aprendizajes.
“Respecto al rendimiento académico en educación primaria, se observa una tendencia descendente en la proporción de estudiantes que aprueban sin necesidad de realizar pruebas de convocatorias en las escuelas indígenas y académicas: de un 93,5% y un 97,6% en 2019, a un 91,7% y un 79% en 2022, respectivamente. Lo anterior muestra la importancia de articular intervenciones para apoyar a estos grupos”, advirtió la Contraloría.
En términos de desempeño, la educación pública de Costa Rica presenta una desmejora continua, evidenciado en los resultados de las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés).
“La tendencia de largo plazo (2012-2022) estimada por la OCDE, es de -20,3 puntos en matemáticas, -23,2 puntos en lectura y -17,5 puntos en ciencias, lo cual posiciona a Costa Rica como el país latinoamericano con mayor deterioro en su desempeño.
“Las pruebas de admisión de universidades estatales, las pruebas de dominio lingüístico de la Universidad de Costa Rica y el rendimiento académico antes de los exámenes de convocatoria para los estudiantes aplazados también muestran un panorama poco alentador respecto al desempeño”, indica el documento.
