Costa Rica registró un incremento sostenido en la cobertura de la educación preescolar pública, pero después de llegar a un punto alto en el 2020, comenzó a darse una reducción y, por consiguiente, genera brechas en diferentes lugares.
Según la Contraloría General de la República (CGR) en el 2020 el país contó con una cobertura de 90,2% de la población de 4 y 5 años mientras que en el 2023 la cifra bajó a 86,5%.
La educación preescolar pública incluye el servicio de educación materno Infantil -interactivo II- y transición ofrecida por el Ministerio de Educación Pública (MEP) y la Dirección Nacional de Centros de Educación y Nutrición y de Centros Infantiles de Atención Integral (CEN-CINAI).
Según concluyó la entidad contralora, el servicio de educación preescolar: materno-Interactivo II- y transición se presta con bajos niveles de eficiencia y eficacia, de acuerdo con los parámetros e indicadores establecidos.
La CGR identificó, en el 2023 un mayor rezago en el ciclo materno infantil ya que cubre al 84,7% de la población de 4 años, mientras que en el ciclo de Transición se alcanza al 88,3% de la población de 5 años.
“Al 2023 no se evidencian metas en materia de universalidad de la cobertura y calidad del servicio de educación preescolar en el Plan Nacional de Desarrollo vigente, a pesar lo dispuesto en la Constitución Política, así como el compromiso con el cumplimiento de la Agenda 2030.
“El 45,8% de centros educativos públicos no logran la permanencia de estudiantes que se matricularon en el servicio de educación preescolar al inicio de 2019 y 2022 en al menos uno de los ciclos de la educación preescolar obligatoria”, reseña la CGR.
Rezago con respecto a la OCDE
El análisis sumó que, al comparar el servicio de educación preescolar en Costa Rica con 37 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se destacan desafíos en la matrícula de menores de 3 a 5 años.
Al mismo tiempo puntualizó que aunque la educación para personas de 3 años no era obligatoria en Costa Rica – y todavía no lo es- solo el 5,6% de esa población estaba matriculada, en contraste con el promedio de la OCDE que alcanzó el 75,4% de cobertura.
“En cuanto a la educación de niños y niñas de 4 años, la matrícula supera el promedio de países pertenecientes a la OCDE, así como de países latinoamericanos. No obstante, existen retos para posicionar la cobertura en promedios que alcanzan países de la Unión Europea”, detalla la entidad contralora.
Inglés desigual
En lo que corresponde a la cobertura del idioma inglés en las edades de 4 y 5 años, se reconoce que, para el 2023 el país mejoró en ambos ciclos educativos. Sin embargo, la CGR reseñó que persisten retos para alcanzar la universalización de la cobertura, por cuanto llegó al 13,2% de los estudiantes de Interactivo II y a un 28,9% de los de transición, en los centros públicos, “en comparación con la educación privada y subvencionada que cubre al menos al 90% de la población estudiantil de esos ciclos”.
También se evidenció que la enseñanza del inglés predomina en mayor medida en distritos con un nivel medio o alto de desarrollo social.
“Para la población que asiste a centros educativos ubicados en distritos con bajos y muy bajos niveles, la cobertura está debajo del promedio alcanzado por el país (21%)”, detalló el documento.
Además, acotó la CGR que los centros educativos que se ubican en la zona rural alcanzan una cobertura del 9% de los estudiantes matriculados, mientras que en la zona urbana la inserción del idioma inglés en esos niveles es del 28,9%.
Los resultados en el servicio de educación preescolar entre el 2021 y 2022, reflejan que el desarrollo de los aprendizajes en un nivel avanzado de la población estudiantil también decreció.
Mientas que en el 2021 en promedio el 66% de la población estudiantil de ese servicio tenía registros completos de las evaluaciones y alcanzó un nivel avanzado en sus aprendizajes, para el 2022 ese promedio disminuyó a un 55%.
“Los resultados por población en condición de vulnerabilidad socioeconómica reflejan que en los centros educativos ubicados en distritos con desarrollo social bajo y muy bajo se presentan resultados por debajo del promedio casi en la totalidad de aprendizajes.
“En esa línea, estudiantes con condiciones de discapacidad y que asisten a centros educativos públicos ubicados en zonas indígenas muestran la totalidad de aprendizajes por debajo del promedio”, agregó la CGR.
Disminución en inversión
En términos de eficiencia, 25 de las 27 Direcciones Regionales de Educación redujeron en el 2022 la inversión por estudiante en un 8,6%. No obstante, esta reducción, de acuerdo con la Contraloría, no se acompaña de mejores resultados académicos.
“Específicamente se determinó que 25 de las Direcciones redujeron la inversión por estudiante respecto a 2021, pasando de ¢432.335,00 a ¢395.148,00.
“…La eficiencia puede alcanzarse cuando con una determinada cantidad de recursos invertidos se logran resultados similares o superiores a los alcanzados con una inversión superior. Para el caso particular, esta condición no se cumple, en razón de que en el 2022 el porcentaje promedio de estudiantes de interactivo II que alcanzaron sus aprendizajes en un nivel avanzado (54,5%), es menor al demostrado en el 2021 (66,2%)”, sostiene el informe.
Entre otros, la reducción de la inversión por estudiante refleja que los centros educativos públicos presupuestan menor cantidad de recursos en material didáctico, deportivo y equipo de cómputo, indispensable para el desarrollo educativo del menor.
