Los resultados de las medidas paliativas que se han puesto en marcha ante la saturación del puerto de Caldera se comenzarán a ver en enero de 2025, según las estimaciones del presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Puerto del Pacífico (INCOP), Wagner Quesada.
La institución, junto al Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT), trabaja en una expansión de aproximadamente 5.5 hectáreas hacia los patios adyacentes de la Purruja.
Para el jerarca del INCOP Caldera vive una situación en la que no es sostenible seguir tanto tiempo, por lo que se debe invertir en infraestructura para oxigenar de mejor manera el puerto. Añadió que, actualmente trabajan en estabilizar y generar condiciones básicas del terreno.
“Y se va a intervenir aproximadamente con $1 millón más proveniente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para generar mejores condiciones de infraestructura. Eso nos va a permitir aliviar de alguna manera en algunos flujos operativos la actividad del puerto”, manifestó Quesada.
Asimismo, detalló que hace 2 meses sacaron por segunda ocasión junto al BCIE y el MOPT el cartel de licitación para esas obras. Cuatro empresas participaron del proceso y actualmente el BCIE se encuentra evaluando las ofertas.
“Yo espero que en los próximos 15 días por muy tarde el BCIE pueda tomar una decisión sobre la empresa que esté ganando la adjudicación. En ese tanto, el MOPT como nosotros en el INCOP con recursos propios, hemos estado invirtiendo en la base de estabilización”, expresó el funcionario.
Recientemente sectores como la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) o la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR) han sido claros en señalar las afectaciones a la producción y el aumento de costos que ha generado la situación de Caldera para sus empresas.
Mejoras de flujo operativo ante limitaciones de infraestructura
Quesada señaló que las medidas que se han venido impulsado desde que asumió la presidencia ejecutiva han sido pensando en mejorar los flujos operativos ante las limitaciones en infraestructura.
Además, han tenido mesas de diálogo con los presidentes de distintas cámaras empresariales a fin de construir soluciones tanto a corto como a mediano plazo.
“Sacamos una modificación al reglamento de servicios portuarios. Hace 15 días terminó el período de recepción de observaciones. Lo ampliamos más allá del plazo que incluso la legislación da, con el afán de obtener más observaciones para mejorarlo”, comentó Quesada.
Agregó que, eso mejorará las condiciones y el efecto económico en el tema del fondeo que se le puede cobrar a las naves que están en la bahía, y también se modifica un concepto con respecto a la recepción de contenedores de exportación y vacíos en el puerto.
Eso “va a tener también un impacto en los costos de la operación. Esto para alivianar un poco la carga de la situación”, afirmó el jerarca del INCOP.
Reducción en tiempos de espera
Por otro lado, Quesada indicó que en enero de este año era común encontrar contenedores que duraban entre 12 y 15 días para salir del puerto. Sin embargo, tras un ajuste para aprovechar horas nocturnas y fines de semana, para mayo y junio los tiempos promedio se redujeron a 5 o 6 días.
“Yo no le voy a mentir: si hay contenedores que pueden tardar 10 días, hasta 12 días de estar en el puerto, pero son los menos. Y particularmente están asociados a problemas con los precintos de seguridad que tienen con la aduana, que hasta que no se liberen esos procesos administrativos no pueden salir del puerto”, señaló.
Añadió que, una tarea pendiente es lograr trasladar esa mejora en los tiempos del puerto a los estacionamientos transitorios.
