Los usuarios que esperaban con ansias que terminara la construcción de los 50 kilómetros de la vía Barranca-Limonal, sobre la Interamericana Norte, deberán esperar más tiempo para que terminen las obras, cuando el plazo inicial era este año.
Este viernes se dio el finiquito del contrato de los trabajos de ampliación con la empresa H. Solís, según informó el ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador.
Ahora, se tendrá que abrir una nueva licitación para terminar los trabajos. La idea, según reconoció el director ejecutivo del Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI), Mauricio Batalla, es que las obras estén terminadas para el 2026.
Si se toma en consideración el nuevo plazo estimado, las obras estarían terminadas tres años después del tiempo inicial previsto.
Con el finiquito, el Estado deberá cancelarle a la empresa constructora H. Solís, la suma de $13,3 millones por los trabajos realizados hasta ahora.
La cifra fue confirmada por Amador, quien sostuvo que el acuerdo de finiquito fue ratificado por la Unidad Ejecutora INECO y el Centro de Resolución de Conflictos, al tiempo que se trasladó al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y “con eso, se da el cierre definitivo de Barranca-Limonal”.
Amador sostuvo que en el marco de lo establecido en el arbitraje, la empresa H. Solís hizo un reclamo por alrededor de $25 millones. “Esto va para el BID y el banco tiene que hacer su revisión y es el que dirá, en definitiva, el monto que está dispuesto a aprobar.
“Si la revisión que hizo el Centro de Resolución de Conflictos y la Unidad Ejecutora, ese es el producto y eso es lo que toca”, comentó Amador.
Las obras de ampliación de la ruta Barranca-Limonal arrancaron en el 2020, y deberían terminar en el 2023. Las empresas encargadas eran H. Solís e Ingeniería Estrella, que conformaron el Consorcio Ruta 1.
“A la hora de hacer el cierre del proyecto, Hernán Solís está de acuerdo en que finiquitamos de mutuo acuerdo para ellos salir y que se pueda licitar con otra empresa, porque no tenían la capacidad de manejar todas las obras que estaban manejando.
“En ese marco hay que hacer una serie de pagos y reconocimientos de pagos de optimización de diseños, garantías que han tenido que sostener, trabajos que han efectuado, materiales que ya han entregado, entre otros”, explicó Amador.
Añadió que debido a que tanto la empresa como la Unidad Ejecutora INECO no se ponían de acuerdo en cuando a lo que se había realizado y el monto a reconocer, se elevó el caso a un Centro de Resolución de Conflictos.
Sostuvo que los jueces de dicho tribunal analizaron cada uno de los puntos y verificaron las cantidades y lograron que se diera el acuerdo entre las dos partes.
“Es importante que las dos partes estén de acuerdo, porque si Hernán Solís no está de acuerdo, podría ir a la corte y eso podría tomar unos años”, especificó Amador.
¿Qué sigue?
Al respecto, Mauricio Batalla explicó que lo que sigue son contrataciones de emergencia para dar mantenimiento a la vía. Al mismo tiempo, para el 2024, el MOPT sacará dos licitaciones más para conservar lo que ya está hecho y en la recuperación de todos los espacios, "sobre todo los más inseguros".
Detalló que se busca que se apruebe el crédito que le permita a CONAVI retomar esa vía que está bajo control del MOPT.
"CONAVI tiene un préstamo que en la actualidad está en MIDEPLAN que, una vez aprobado pasa a Crédito Público y posteriormente al Banco Central. Si este es aprobado, hay $200 millones para poder licitar en el 2024 ya la finalización de la obra completa.
"La finalización de la obra, que si la podemos licitar toda en el 2024, iniciaría en el 2025 para ver si la podemos tener antes de que don Rodrigo se vaya en mayo del 2026", agregó Batalla.
El monto del contrato era de $182 millones y comprendía alrededor de 50 kilómetros de construcción.
El avance del proyecto en estos tres años es inferior al 20%.
