El Consejo de Transporte Público (CTP) no sabe cuántas rutas han sido abandonadas por los concesionarios y, lo más preocupante, no tiene claro la cantidad de usuarios afectados por la decisión de las autobuseras.
Esta es la conclusión a la que arribó la Defensoría de los Habitantes, producto de una investigación en la que se determinó que el CTP carece de información sobre el nivel de afectación generado a las personas que dependen de este medio de transporte.
Sin embargo, la Defensoría no dejó en claro cómo llegó a esa conclusión, más allá del dato entregado por el CTP sobre la cantidad de concesiones que fueron devueltas en los últimos años.
Marjorie Herrera, de la Defensoría de los Habitantes, aseveró que el CTP debe realizar un inventario, al tiempo que urgió a ese órgano a implementar un plan para atender la situación.
Dijo que, a julio del 2023, el CTP informó que 27 rutas fueron devueltas entre el 2020 y 2023, y entre las razones indicadas por los operadores están:
- Desequilibrio económico y financiero.
- Afectación por la pandemia.
- La actividad resultó ruinosa.
Herrera sostuvo que el CTP no ha realizado estudios para confirmar si la información es real, al tiempo que “tampoco cuenta con datos actualizados y certeros sobre la cantidad de rutas abandonadas ni el nivel de afectación de las personas usuarias”.
Para la Defensoría, un servicio de transporte público eficiente y de calidad favorece condiciones de equidad para las personas, particularmente para aquellas que han sido históricamente excluidas y discriminadas, por lo que también se reconoce como un medio para alcanzar una vida digna.
A criterio de la Defensoría es responsabilidad del CTP elaborar un inventario de las rutas devueltas y en aparente estado de abandono a fin de establecer “un plan para el diseño de los procesos de licitación necesarios, con el fin de dotar del servicio a las comunidades que así lo requieran. Incluso, si se determina que existe una necesidad urgente en una comunidad, el Consejo debe tomar medidas paliativas inmediatas para atender la situación”.
Una de las rutas que más recientemente fue abandonada, es la de Santo Domingo a Heredia, que por años estuvo atendida por la empresa Transportes Ruiz. Desde diciembre, el servicio quedó en el aire y a la fecha no ha sido asignado a ningún nuevo operador.
