Un reciente estudio de la Comisión para Promover la Competencia (COPROCOM) concluyó que la Ley Orgánica de la Agricultura e Industria de la Caña de Azúcar (N°7818), determina una organización cerrada, horizontal y verticalmente integrada.
Al mismo tiempo, establece que eso implica que existan restricciones y barreras a la competencia.
Una de ellas es el "funcionamiento análogo al de un cártel" en la producción, coordinación y reparto de la producción entre los ingenios de una Cuota Nacional de Producción de azúcar por la que se pagan precios superiores a los precios competitivos.
Así lo detalló el “Estudio de Mercado de la caña de azúcar y sus derivados en Costa Rica”, elaborado por COPROCOM y apoyado por una consultora del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Por otra parte, el informe apuntó a la creación de un agente con poder sustancial de mercado capaz de cerrar la entrada a nuevos actores.
En esa línea, el estudio indicó que la Liga Agrícola Industrial de Caña de Azúcar (LAICA) tiene una participación casi absoluta en el mercado, y la posibilidad de fijar precios unilateralmente o de restringir, en forma sustancial, el abastecimiento en el mercado relevante, sin que los demás agentes económicos puedan contrarrestar ese poder.
Ello porque no hay agentes independientes del esquema organizativo dirigido por LAICA fuera de la importación, el cual tiene altas barreras de entrada.
“En consecuencia, al no existir competidores nacionales y al estar restringida la entrada de nuevos oferentes nacionales por la estructura legal y de competidores internacionales por las barreras a la importación, la capacidad de contrarrestar el poder monopólico de LAICA es casi nula”, apuntó el informe.
Productividad baja y precios altos
Otro de los puntos que señaló es que tras 36 años de la creación de LAICA, el sector no muestra en la comparativa internacional indicadores bien posicionados, ya que, los niveles de productividad están entre los más bajos y los precios son altos.
Concluyó que la conformación de la industria limita y distorsiona las señales de precios, lo que redunda en los siguientes efectos económicos:
- Ineficiencias productivas.
- Ineficiencias asignativas.
- Ineficiencias en la asignación de recursos para el uso del insumo caña de azúcar.
- Ineficiencias dinámicas.
Por otro lado, COPROCOM indicó que la implementación de la política pública de protección de los productores de caña, reflejada en un porcentaje de reparto de ingresos y que llevó a la conformación de la Cuota Nacional, posibilita precios superiores a los de un mercado competitivo.
Lo anterior, lleva a que la distorsión en los precios tenga un impacto negativo directo en el bienestar de los consumidores, que ven incrementado su gasto y reducido su consumo, con el agravante de que el problema es mayor en poblaciones vulnerables de menores ingresos.
