Mientras el país continúa captando Inversión Extranjera Directa (IED), debe fortalecer de forma paralela el ecosistema de crecimiento de nuevas empresas nacionales, consideran especialistas de la firma Baker Tilly Costa Rica.
Alberto Porras, socio director, y Aaron Chaves, asesor financiero, ambos de la firma, ofrecieron varias recomendaciones en conjunto para seguir atrayendo IED y fomentar el desarrollo de Start-ups (empresas nacionales). Entre esas están:
- Mejorar infraestructura y educación: Invertir en infraestructura y una educación más orientada hacia la tecnología y el emprendimiento.
- Reducir burocracia: Simplificar los trámites administrativos para la creación y operación de empresas.
- Flexibilizar leyes y regulaciones: Adaptar el marco legal para estimular la inversión y el crecimiento de nuevas empresas.
- Fomentar la innovación: Crear programas de apoyo e incubadoras para Start-ups, facilitando el acceso a financiamiento y recursos.
- Retener talento: Implementar políticas y beneficios que atraigan y retengan personal calificado en el país.
“Costa Rica tiene el potencial de continuar siendo un hub de inversión extranjera mientras desarrolla un entorno próspero para las Start-ups locales. Con las estrategias adecuadas, el país puede equilibrar ambos ecosistemas, impulsando un crecimiento económico sostenible y robusto”, afirmó Porras.
Según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR) publicados por el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX), durante el primer trimestre del 2024 los flujos de IED aumentaron un 42% con respecto al mismo período del 2023.
Estabilidad política beneficia atracción de IED
Porras comentó que son varios los factores que continúan posicionando al país como un imán para la IED.
“Costa Rica se distingue por su estabilidad política, un aspecto que no todos los países de la región pueden ofrecer”, expresó.
Añadió que, las sólidas relaciones comerciales con Estados Unidos y Europa también convierte al país en un centro de negocios ideal para las empresas transnacionales que desean establecer operaciones en la región.
“La calidad humana y profesional, con un alto porcentaje de trabajadores bilingües y altamente capacitados, también son factores determinantes. Sin embargo, debemos mejorar en áreas como la infraestructura y la educación para mantener nuestra competitividad”, manifestó Porras.
Start-ups locales enfrentan obstáculos
Aaron Chaves destacó que, aunque el país es atractivo para la IED, las start-ups locales enfrentan obstáculos significativos para su desarrollo e impulso empresarial.
“Por ejemplo, las empresas tecnológicas y de servicios médicos nacionales que buscan desarrollarse en el país encuentran barreras y restricciones gubernamentales”, señaló.
Agregó que, según el ranking de Doing Bussines, iniciar un negocio desde cero en el país puede ser complejo, por lo que se debe trabajar para simplificar aspectos que promuevan el nacimiento y crecimiento de empresas costarricenses.
Lo anterior, traería un beneficio directo muy importante para el sector empresarial y económico.
Para Chaves algunos puntos de mejora que tiene el país son la educación y capacitación, así como la reducción de la burocracia. “La educación y capacitación deben enfocarse más en áreas como la innovación y el emprendimiento”, acotó.
Por último, Porras y Chaves coincidieron en que tanto la IED como el desarrollo de Start-ups se enfrentan a retos similares, siendo uno de ellos la retención de personal calificado.
“Las empresas extranjeras compiten entre sí para atraer y retener el talento local. Esto subraya la necesidad de que las empresas puedan ofrecer valor diferenciado a sus colaboradores y lograr esa retención y fidelización”, afirmó Porras.
