Varios factores provocarían que al cierre del 2024 el déficit fiscal (diferencia entre ingresos y gastos) sea mayor que el del año anterior, reduciendo más las posibilidades de que a mediano plazo el país cuenta con más recursos para inversión social u obra pública.
Así lo señala el Análisis de Coyuntura Fiscal del primer trimestre del 2024 a cargo del Observatorio Económico y Social (OES) de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA).
El análisis apuntó que se evidencia una baja en la generación de ingresos, principalmente a través de la recaudación de impuestos. Mientras que, por otro lado, se refleja un aumento en el gasto público en los primeros 4 meses del 2024, comparado con similar período del año anterior.
Fernando Rodríguez, coordinador del OES, comentó que esta situación podría hacer más difícil la reducción del nivel de la deuda por debajo del 60% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Lo cual implicaría que las medidas más restrictivas de la regla fiscal van a seguir vigentes durante un año más y con esto seguirán restringiendo los gastos de capital y los ajustes salariales en el sector público”, detalló Rodríguez.
El Poder Ejecutivo ha reiterado en varias ocasiones que la inversión social que tanto reclama la ciudadanía está sujeta a poder reducir la relación deuda – PIB por debajo del 60%.
Por otra parte, el informe indicó que en reiteradas ocasiones la actual administración ha destacado la capacidad fiscal de alcanzar un superávit primario (diferencia entre ingresos y gastos, sin considerar el pago de intereses de la deuda). Sin embargo, desde su perspectiva, parece que ese colchón se está desinflando.
Para el período enero – abril del 2023 el superávit era de un 1% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que para el presente año este indicador bajó a un 0,60% del PIB.
En lo que respecta al déficit financiero, hace un año era de 0,70% del PIB, y para este 2024 pasó a representar un 1,10%. De continuar en esta tendencia, el estudio prevé que para el cierre del año se ubique alrededor del 3,5%.
Ingresos totales respecto al PIB acumulan 3 años en reducción
El informe señaló que desde noviembre del 2022 y hasta la fecha se evidencia una desaceleración en el comportamiento de los ingresos tributarios. Ello, casi en todos los impuestos a excepción del selectivo de consumo y el impuesto único a los combustibles.
Lo anterior lo atribuyen al dinamismo mostrado en el mercado de importación de vehículos que se ve beneficiado por la caída del tipo de cambio, la estabilidad en las tasas de interés y una reducción en los precios de los combustibles en la mayor parte del 2023.
En contraposición, uno de los impuestos que más aporta a la recaudación tributaria como el de ingresos y utilidades (renta) sufrió una desaceleración más marcada desde marzo del año pasado. Además, registró una caída en los meses de marzo y abril de este año.
Según detalló el OES, los ingresos totales con respecto al PIB acumulan 3 años consecutivos de reducción. Al cierre del primer cuatrimestre de este año representaron un 5,14%, mientras que en el 2021 era de un 5,44%.
