El conflicto migratorio entre Costa Rica y Honduras empieza a tener impacto negativo en el sector industrial establecidas en suelo nacional.
La crisis que tiende a agravarse con el paso de los días, comenzó cuando el gobierno costarricense comenzó a exigir visado a los hondureños, aduciendo que varios ciudadanos de ese país involucrados en la ola de crímenes que se está dando en el territorio nacional.
Entonces, el 10 de octubre el gobierno hondureño informó que los costarricenses empezarían a requerir visa para ingresar a su territorio. En ambos casos, el requisito también lo deben cumplir los transportistas que ingresan mercadería a cada país.
Entre las principales afectaciones que sufre el sector industrial destacan cargas retenidas en ruta, faltante de materias primas, aumento de costos y retraso en sus operaciones comerciales.
Así se desprende de una encuesta realizada por la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), con el objetivo de conocer las consecuencias para el sector en los primeros 20 días del conflicto.
El presidente de la CICR, Sergio Capón, menciona que de continuar esta medida las afectaciones a las empresas solo irán en aumento, llegando a perjudicar posiblemente el empleo de muchas personas.
“Según nuestro sondeo, más del 60% de las empresas ya reportan el incumplimiento de los plazos de entrega. De continuar esta situación el nivel y tipo de afectaciones seguirán creciendo en perjuicio del sector productivo. Una contracción en el comercio regional puede tener un impacto en el empleo afectando a familias que dependen de estas actividades.”: Sergio Capón.
Las compañías reportan gastos adicionales de entre $1000 y $32000 mil durante la primera semana, algo que preocupada a la CICR.
Transportistas afectados
Por otra parte, los transportistas nacionales consideran que están siendo afectados de manera directa como resultado de la medida migratoria.
Piensan que la solución que podrían implementar las empresas iría en una tendencia de no contratar transportistas hondureños ni costarricenses, generándoles así un desempleo que no se pueden permitir.
No sería de extrañar que las compañías afectadas empiecen a reducir su personal ante la imposibilidad que les generaría hacer frente al incremento en los costos.
La estructuración de la cadena de suministros requiere un adecuado funcionamiento de las relaciones comerciales a nivel regional. Por esto la CICR hace un llamado a la conciliación entre ambos gobiernos.
Todo esto se suma a la problemática de los cierres viales que se presenta en Guatemala, por lo que el comercio y la producción a nivel de la región centroamericana viven días complicados.
