Luego de una crispada sesión del plenario, los diputados reeligieron a Luis Porfirio Sánchez en el cargo de magistrado de la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia.
El debate se extendió por cerca de una hora antes de votar, debido a que un sector de los legisladores tenía dudas sobre el funcionario.
El magistrado fue señalado en los últimos días por supuestas agresiones hacia mujeres y una jueza de apellido Arce aseguró que la acosó sexualmente hace 22 años. Sánchez negó las acusaciones y dijo que estaba dispuesto a renunciar a su inmunidad en caso de que se presentara una denuncia formal en su contra.
La diputada oficialista Pilar Cisneros, realizó señalamientos en torno al desempeño de Sánchez por su trabajo, al asegurar que en su cargo la mora judicial es superior a un año en casos que son de suma importancia.
Gloria Navas, diputada independiente, calificó las acusaciones contra el magistrado como un “escándalo sucio” y dijo que dichas acusaciones son ataques que surgieron en los últimos días para sembrar “dudas y sospechas sobre hechos inexistentes”.
Mientras que Carlos Andrés Robles, diputado del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), enfatizó que el magistrado Sánchez ha atacado la corrupción en el Poder Judicial.
Los legisladores del Frente Amplio y del Liberal Progresista y algunos de Liberación Nacional criticaron que no se valoren las distintas acusaciones contra el magistrado.
De hecho Kattia Cambronero sostuvo que la decisión el pueblo costarricense lo cobrará en las urnas.
