Experto Gregorio Luri

“El sistema educativo costarricense necesita una inyección de optimismo”

"Si destinamos enormes cantidades de dinero a un mal sistema educativo, la inversión es cero y hoy tenemos suficientes elementos como para saber que la escolarización no significa instrucción", reflexionó Gregorio Luri.
Gregorio Luri, educador y expertos en materia educativa, remarcó que son los docentes quienes tienen la responsabilidad del proceso educativo de los estudiantes. Foto: Marco Monge.
photo_camera Gregorio Luri, educador y experto en materia educativa, remarcó que son los docentes quienes tienen la responsabilidad del proceso educativo de los estudiantes. Foto: Marco Monge.

Más allá de temas como escasez de infraestructura, la disminución del presupuesto del Ministerio Educativo y otras deficiencias que afectan a la educación pública, para el experto, doctor Gregorio Luri Medrano, el sistema educativo costarricense está urgido de optimismo.

Luri, docente español, realizó diferentes encuentros con profesionales de varias ramas de la educación, a quienes impartió la charla denominada “Contra el pesimismo de la inteligencia, el optimismo de la voluntad”.

“El sistema educativo costarricense necesita una inyección de optimismo. Dénsela por favor, que se la merece. Hemos de intentar concebir un círculo de confianza entre todos los integrantes del sistema. Que las familias tengan confianza en los maestros, que los maestros en el gobierno, el gobierno en la sociedad y para eso, quizás, lo más importante, es entender que la buena educación de Costa Rica es del interés para todos y cada uno de sus ciudadanos”, afirmó Luri.

Enfatizó que el tema no es un asunto de los gobiernos ni de ministros de Educación, pues estos son temporales, pero los que siguen son los maestros.

Agregó que los docentes deben de dejarse de quejas y de la búsqueda de culpables cuando se presenten problemas porque “por ese camino sólo se va al escepticismo”.

Eso se logra, de acuerdo con Luri, “poniéndose manos a la obra. En las cosas humanas no puedes esperar tener un plan absolutamente perfecto para comenzar a trabajar, porque no comienzas nunca. Tienes que comenzar en la propia actividad de ir orientando, pero hay que comenzar ya”.

Urgen buenas noticias

Para alcanzar ese optimismo y trasladarlo al sistema educativo y, por consiguiente, a los estudiantes, Luri señaló que al país le urge tener buenas noticias en educación.

“Seguro que en el país hay magníficos centros educativos. ¿Por qué no intentan desenclaustrar sus experiencias? En vez de que las buenas experiencias se queden dentro de una escuela o centro educativo, ¿por qué no intentan que las buenas experiencias sean contagiosas?”, se preguntó Luri.

Para ello, dijo, no se requiere de recetas mágicas, sino que de lo bueno que pueden generar los educadores que las experiencias se extiendan hacia otros centros.

Profesionales de diferentes ramas de la Educación acudieron a la charla dada por el doctor Gregorio Luri. Foto: Marco Monge.
Profesionales de diferentes ramas de la Educación acudieron a la charla dictada por el doctor Gregorio Luri. Foto: Marco Monge.

Instó a que no es necesario copiar o implementar metodologías o experiencias de otras naciones.

“Ustedes tienen que encontrar su camino y la clave es lo que llamo: las prácticas reflexivas, reflexiones de lo que están haciendo. Sean valientes para mirar lo que va mal cara a cara y sean también, optimistas para mirar lo que va bien con orgullo”, manifestó.

En entrevista con www.despertar.cr, Luri remarcó que en el tiempo en que estuvo en el país, ha escuchado mensajes pesimistas sobre la educación costarricenses. Pero más allá de ello, recomendó a los actores directos del proceso educativo; “déjense ustedes de llorar y pónganse a actuar”.

Luri aclaró que, cuando habla de optimismo no lo ve como un “optimismo ingenuo” y refirió que, en muchas ocasiones, la inteligencia anima a la gente al pesimismo, “pero que contra el pesimismo de la inteligencia siempre está el optimismo de la voluntad”.

“El optimismo de la voluntad hay que recuperarlo”, recalcó el experto, quien añadió que es bueno que los estudiantes se equivoquen, porque tienen a los maestros para ayudarlos y ahondó en que en que el error es una ocasión de aprendizaje.

¿Hay culpables?

Para el especialista, no hay que culpar a las familias de la situación educativa de un país. Añadió que estas indican la realidad existente.

“Los padres, hay muchísimos tipos de familias. (…) No podemos pedirles a todos los padres que lean; hay muchos padres que son auténticos héroes que se levantan a las cuatro de la mañana para conseguir que sus hijos tengan un plato de comida a la mesa (…) hemos de felicitarlos por el esfuerzo que están haciendo.

“Las familias son las que son y nuestro papel es trabajar con las familias que tenemos”, acotó Luri.

Con respecto a las escuelas, consideró que en el sistema educativo hay que identificar “los puntos de fractura”.

“¿Dónde están aquellos puntos en el sistema en los que vemos que cruje el sistema? porque es ahí donde hay que invertir, de manera prioritaria los recursos. Los recursos han de ir allá donde son más necesarios.

"Pensar que somos más equitativos porque tratamos de manera igual situaciones desiguales, es una equivocación”, apuntó.

Sumó que a los nueve años se vive una etapa crucial en el desarrollo intelectual de los menores porque “pasan de aprender a leer a aprender leyendo”, con lo que, si leen aumentan su conocimiento.

“A los nueve años, unos llevan una trayectoria ascendente y otros una trayectoria descendente. Si el punto inicial de esa trayectoria divergente son los nueve años, hay que dedicar recursos, de manera específica a esos puntos”, agregó Luri, quien también reseñó que es importante el impulso de las matemáticas a esa edad.

Inversión o gasto

Apuntó que con frecuencia se reseña que la educación es la mejor inversión para un país, cuando no lo es. “Sólo la buena educación es una buena inversión. Lo demás es gasto”.

“Es gasto improductivo. Si destinamos enormes cantidades de dinero a un mal sistema educativo, la inversión es cero y hoy tenemos suficientes elementos como para saber que la escolarización no significa instrucción.

“Hay niños que han podido pasar toda su vida en la escuela y que salen de la escuela con problemas graves de comprensión lectora. ¿De qué les ha servido la escuela? La escuela no es necesariamente, por sí misma, un factor de desarrollo. Sólo la buena educación”, insistió.

Insistió en que la buena escuela tiene una enorme capacidad transformadora, mientras que la mala es gasto.

“Creer que la buena educación es una responsabilidad sólo del Ministerio de Educación es renunciar a la conciencia republicana. Un maestro es un representante de la cultura ante los alumnos. Es un embajador de lo mejor de nuestra tradición delante de esos alumnos y no puede decir que dimito de esta responsabilidad porque la ministra de educación no me gusta”, abogó Luri.

La actividad en la que participó el experto español fue organizada por el Centro Costa Rica, de la Universidad de Osnabrück.