Pese a que las autoridades del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) han tratado de bajarle la alerta a los niveles de hidrocarburos detectados en el agua en cinco cantones de la provincia San José, no son para despreocuparse.
Así lo manifestó Ariel Alfaro Vargas, regente químico de la Universidad de Costa Rica (UCR), quien señaló que, el hecho de que los afectados detectaran que el agua salía con olor y sabor de algo cuando no debería, es señal que los niveles son elevados, con lo cual se podría afectar la salud de quienes consuman o usen el líquido contaminado.
A manera de ejemplo, autoridades del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) indicaron que, en la planta de Guadalupe, se detectó la presencia de 600 microgramos de hidrocarburos por litro de agua, mientras que en la de La Florida de Tibás, fue de 11,6 microgramos por litro.
Las autoridades del AyA han enfatizado que las concentraciones identificadas son muy bajas, por lo que descartaron que se de una afectación a la salud.
“No importa la cantidad de agua sino la concentración que tenga. La concentración es cuánta cantidad de hidrocarburo va.
"Los 600 microgramos que ellos detectaron es una cantidad ya para intervención. No es tan de despreocuparse como ellos dicen. Sí hay un número importante que indica que tiene que descontaminarse porque las personas no pueden consumir. De hecho, de 50 microgramos por litro para arriba ya se considera una agua contaminada", dijo Alfaro.
A esto aunó que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA)- por sus siglas en inglés- establece un límite de 200 microgramos por litro para que el agua sea considerada todavía de baja preocupación “pero ya para hablar de más de 200 microgramos por litro ya una cantidad importante”.
Síntomas a considerar
De acuerdo con Alfaro, para que se esté detectando olor y sabor es porque ya hay una cantidad importante de los hidrocarburos, que pasa por encima de los 100 microgramos por litro.
“Todos los hidrocarburos provocan generalidades en toxicidad que pueden ser diarreas, vómitos o mareos, en la parte respiratoria, irritaciones.
“Si el consumo es prolongo a través del tiempo puede dar algunas infecciones prolongadas como, por ejemplo, neumonía. En la piel, hay gente muy sensible, entonces cuando tiene contacto con un hidrocarburo, porque la mayoría son irritantes, le da irritaciones, sobre todo en poblaciones vulnerables como chiquitos y ancianos”, aseveró Alfaro.
El experto comentó que se puede dar una intoxicación aguda cuando se consumen cantidades grandes de sustancias y son los que se vieron afectados por las primeras ingestiones.
“Si esto se extiende a través del tiempo entonces se tiene una toxicidad subcrónica como picazón o afectaciones un poco más graves en la parte estomacal. La toxicidad dependerá de cuánto tiempo esté expuesta la población a las sustancias”, detalló Alfaro.
Sobre este punto, www.despertar.cr le consultó a Alfaro que, ante el hecho que ya las comunidades de Goicoechea, Moravia y Tibás llevan una semana de afectación si sus habitantes podrían estar a las puertas de una intoxicación subcrónica. Respondió que “la mayoría de gente no está consumiendo el agua (de sus tuberías) sino que están consumiendo el agua que vienen de otros tanques. Si ya hubieran tenido exposiciones continuadas en el tiempo, ya tendrían afecciones digestivas importantes”.
