La crisis educativa de nuestro país se está acrecentando, no solo por la falta de la inversión de gobierno, sino también por las secuelas dejadas por la pandemia del Covid19.
Así lo planteó la investigadora del Programa Estado de la Nación, Isabel Román, durante un Foro organizado por la Fundación Desarrollo y Ambiente Verde (Fundaverde), como parte de un programa de análisis de la realidad nacional.
A parte de la falta de inversión, Román señaló que la pandemia cambió la forma de la educación ya que los educadores se tuvieron que reinventar a la hora de enviar el mensaje a los escolares. Así, terminaron por iniciar una nueva conversación pedagógica sobre cómo enseñar y evaluar, además de para qué enseñar y con quiénes.
De acuerdo con la investigadora, esta crisis educativa se acentuó por los niveles socioeconómicos cada vez más diferenciados en el país, por que un gran sector que asiste al sistema de educación pública no poseía las herramientas tan necesarias en este siglo 21, como una computadora o una conexión estable y veloz a internet.
Antes de que se diera la crisis sanitaria del 2020, en nuestro país según las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE) 74% de los estudiantes mostraban bajos desempeños en comprensión de lectura, en los niveles 1 y 2 en las que los países con mayor desarrollo se ubican del nivel 4 en adelante.
Román argumentó que el currículo de español en la primaria durante el Covid19 decayó con un porcentaje no cubierto de entre 49% y 62%.
Sumado a eso los números del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, mejor conocido como las pruebas PISA, ofrecieron una radiografía educativa que refleja un nivel bajo de desempeño en matemáticas, ciencias y lectura.
De hecho, una reciente publicación de la Defensoría de los Habitantes destaca que el presupuesto asignado al Programa de Equidad experimenta una disminución constante.
En 2022 este rubro disminuyó en un 11% en comparación con 2021, y para 2023 se registró una reducción adicional del 2%.
Ante los recortes que se plantean al presupuesto para la educación en el 2025, la Defensoría prevé el incumplimiento del Pacto Nacional de la Educación, lo cual agravaría la crisis en el sector.Román observó que los estudiantes están avanzando en los años, pero con fuertes carencias en aprendizajes básicos que ponen en riesgo sus trayectorias educativas.
Añadió que es momento de actuar con sentido de urgencia para salvar la educación de una generación. Ante un rezago de 2 años lo que se debe hacer es un programa de nivelación el cual podría evitar que suceda una crisis como la ocurrida durante la década de los años 80.
Eso se debe centralizar de la lectura y la escritura como eje de la recuperación y aceleración de los aprendizajes ya que sin acciones rápidas la pobreza de los aprendizajes se ampliará y afectará las trayectorias educativas.
En su opinión, los planes de nivelación y aceleración deberán contener fuertes componentes de innovación, con recursos suficientes y flexibles con metas medibles.
Además, se debe luchar para tener una reducción de las brechas del sistema, como un punto clave para que no aumente la exclusión educativa.
