Los integrantes de la denominada Comisión Ruta 32, que agrupa a varias organizaciones civiles de la provincia de Limón, lanzaron fuertes dardos en torno a la idea de sustituir pasos a desnivel por rotondas en esa carretera.
Pese a las explicaciones dadas por el ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, y el Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI), no convencen a la Comisión Ruta 32.
Ernesto Crawford, uno de los integrantes de la comisión, comentó que las autoridades deben buscar las mejores alternativas para el pueblo de Limón y que este tipo de decisiones tiene que ser de conocimiento pleno de la población.
“Es una ruta para la prosperidad y el futuro de Limón y es una ruta nacional. Nosotros nos hemos organizado como un grupo apolítico, con el único propósito... buscando que se nos de una ruta ágil, segura y de muchos años.
“Esta ruta, si es la solución que se propone, requerimos que haya una propuesta concreta y firme, ya que las rotondas, sin ser ingeniero, parecieran no ser la mejor alternativa para esta ruta”, afirmó Crawford.
De la misma forma se manifestó Carla Carranza, quien expuso que el proyecto tendrá una desmejora por el cambio de pasos a desnivel a rotondas, pues no serán temporales, sino que se convertirán en “una solución eterna, por siempre, bajo el esquema de los puentes Bailey”.
Adujo que, un estudio del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (LANAMME) concluyó que el uso de rotondas y la falta de rutas marginales afectarán el desempeño y la seguridad vial, las velocidades de operación y la funcionalidad general de la vía, entre otros.
Carranza agregó que el titular del MOPT señaló que tiene estudios técnicos para el uso de rotondas, pero exigió que se haga un estudio de Tránsito Promedio Diario (TPD), así como de niveles de servicio y que se haga un simulacro del impacto real que tendrá el uso de las rotondas en las zonas, entre otros aspectos.
Al mismo tiempo aprovechó para enumerar una serie de fallas detectadas en la ampliación de la ruta 32.
Entre estos citó que hay problemas con las barandas de los puentes peatonales “donde las personas podrían caer al vacío”.
“No cumple con la normativa de altura, más otras no conformidades en los puentes y en las bases que no están resueltas y que afectarían la vida útil de los mismos y la seguridad.
“Las no conformidades de toda la ruta ¿Qué pasa con ellas? No se han referido al tema. (…) se están recibiendo segmentos de la carretera que presentan deformaciones, que presentan huecos y ¿Cómo se reciben? ¿Bajo qué esquema? Considerando que tenemos una vida útil de 10 años, lo que se convertirá en un eterno mantenimiento”, reflexionó Carranza, quien añadió que la vida útil de la carretera debería ser de 25 años.
