Las familias de escasos recursos sufren una reducción importante en la entrega de bonos de vivienda en los últimos dos años, pues, en el 2022 y el 2023, se giraron 8.369 y 8.222, respectivamente, contra los 11.428 girados en el 2021.
Si se toman como referencia los 11.428 bonos Familiares de la Vivienda (BFV), en los dos últimos años la disminución fue de 3.059 y 3.260, respectivamente, para un total de 6.265 ayudas menos.
Esta situación es reflejada en el informe “Balance y Tendencias del Sector Vivienda: Gestión y desafíos en época de cambios 2023”. Allí se indica que pese a los resultados positivos en materia de vivienda -especialmente para sectores de ingresos bajos-, han sido “insuficientes pero alentadores, se ven amenazados”.
Esto debido a que, en los últimos años, se observa un cambio en la dinámica de otorgamiento de los BFV.
“A partir del año 2021 ha venido disminuyendo la cantidad de BFV entregados, pero es a partir del 2022 que se hace más agresiva la reducción de los BFV entregados. En el periodo del 2017 al 2021 se entregaron en promedio 11.952 bonos por año, pero en los años 2022 y 2023 el promedio descendió a 8.296.
“Se trata de una reducción de más de 3.500 bonos por año (2022 y 2023) respecto al promedio del quinquenio anterior, lo que se traduce en más de 7.000 familias que han perdido la posibilidad de acceder a una vivienda adecuada”, alerta el informe.
El Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI) es el encargado de girar los recursos para subsidios a las familias de bajos recursos, pero tuvo un recorte importante por parte del Ministerio de Hacienda, lo que provocó una afectación en el número de beneficiarios.
Estimaciones del BANHVI apuntan que para el 2024, se entregarán 10.286 bonos de vivienda, que si bien es cierto será una cifra mayor a los dos años anteriores, se ubicaría por debajo del 2021.
“Drástico cambio”
Según el documento, la caída en la cantidad de bonos familiares de vivienda entre el 2021 y el 2023 implica una tasa negativa de 36%.
Esa reducción, de acuerdo con lo analizado por los investigadores, se evidencia un “drástico cambio” en la tendencia creciente en cuanto al otorgamiento de los bonos y la atención a las necesidades residenciales de los sectores de menores ingresos.
Se estima, además que la disminución en la entrega de bonos podría reflejar, en un futuro, un retroceso en los indicadores de vivienda.
“Los bonos familiares de vivienda han sido un mecanismo importante de transferencia de beneficios del Estado para los sectores menos favorecidos económica y socialmente. Su participación ha sido fundamental, aunque insuficiente, para atender el déficit habitacional.
“Sin embargo, en los últimos años esa participación ha tenido un cambio de timón; la reducción en el presupuesto asignado al BANHVI para el otorgamiento de los bonos ha significado una menor cantidad de familias favorecidas con la posibilidad de una vivienda adecuada. Ese cambio en la tendencia de la cantidad de bonos otorgados debería ser solo una –mala- situación coyuntural, y no una nueva tendencia”, concluye el estudio.
