El comportamiento reincidente de comercios irregulares que no cumplen con la normativa vigente debería implicar decisiones más fuertes como el cierre de negocios o la cancelación de las patentes, afirmó Arturo Rosabal, presidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR).
Añadió que, esas acciones provocarían que los negocios irregulares se tomen más en serio el cumplimiento de las normas.
Desde la cúpula de la CCCR consideran que las acciones implementadas hasta ahora para hacerle frente al comercio ilícito por parte de las autoridades pertinentes no han sido suficientes.
“Porque claramente llegar ocasionalmente y hacer un decomiso no necesariamente va a disminuir considerablemente la situación del comercio ilícito. Perfectamente muchos de estos negocios ya podrían estar considerando como parte de su estructura que se den decomisos de vez en cuando”, detalló Rosabal, en entrevista con www.despertar.cr.
Por ejemplo, recientemente las autoridades del Ministerio de Hacienda realizaron un operativo en las inmediaciones del denominado Mercado de la Coca Cola, en San José. Allí decomisaron mercadería variada que correspondía a imitaciones de productos de marca.
Sin embargo, a la fecha, todos los establecimientos están operando normalmente, sin que la acción policial trajera alguna consecuencia.
Por otra parte, el presidente de la Cámara considera que se debe intensificar la verificación en los negocios de manera considerable por parte de instituciones como la Policía Fiscal, la Oficina del Consumidor o el Ministerio de Salud.
“No vemos el cierre de algunos negocios que evidentemente no están cumpliendo con la normativa vigente. Y en ese aspecto si consideramos que las instituciones del Estado tienen que hacer una labor muchísimo más fuerte”, aseveró Rosabal.
Cambio debe iniciar desde aduanas
El jerarca de la CCCR manifestó que evidentemente la mejora para combatir esta situación debe iniciar desde la Dirección General de Aduanas (DGA).
En ese sentido, detalló que el negocio de los locales tipo outlet consiste en traer contenedores del extranjero pero, sin detallar cuales son los productos que vienen dentro de los mismos.
“Lo que traen son tarimas o palets. Y a la hora de presentar la declaración aduanera para proceder a la nacionalización no se toma en consideración ningún detalle de que es lo que viene ahí”, explicó Rosabal.
“Eso es una barbaridad” porque muchas de esas mercancías pueden tener una nota técnica, pagar un impuesto selectivo del consumo o estar sujetos a una condición normativa.
“A la hora de introducirlo como un palet claramente se brincan todas esas condiciones que los comercios formales si tenemos que pagar, y si respetamos”, indicó. Añadió que, eso provoca que los precios en la calle sean diferentes.
“Y son distintos porque estos comercios informales están ejerciendo acciones que no cumplen con la normativa, pues claramente tienen un beneficio. Que se lo trasladan al cliente sin duda, pero ponen a los negocios formales en una condición desfavorable”, expresó Rosabal.
