El valor económico del trabajo doméstico no remunerado no suele estar incorporado en las mediciones de producción e ingreso de los países. Sin embargo, se reconoce su importancia para el bienestar de la población.
Así lo afirmó Henry Vargas, director de la División de Análisis de Datos y Estadísticas del Banco Central de Costa Rica (BCCR), luego de que se diera a conocer los resultados de la cuenta del trabajo doméstico no remunerado en el 2022.
El informe detalló que el trabajo doméstico no remunerado en el país tuvo un valor económico de 9,6 billones de colones en el 2022, cifra equivalente al 21,4% del Producto Interno Bruto (PIB).
Asimismo, señaló que las mujeres fueron quienes más aportaron al valor económico de su hogar mediante esta actividad con un 67,2%, mientras que los hombres, un 32.8%.
A pesar de que las mujeres generaron casi el doble del valor económico, Vargas comentó que esta relación se redujo, “comparando el resultado con el dato que obtuvimos en el 2017 cuando fue 2,5 veces”.
En esa línea, indicó que eso se debe a que se registró una mayor participación de los hombres en la limpieza y el mantenimiento de bienes, así como en la preparación de alimentos.
Resultados del informe
El informe del BCCR apuntó que hubo 5 actividades que concentraron el 87% del valor registrado, siendo la preparación de alimentos la primera con un 30,5%.
Le siguieron limpieza y mantenimiento de bienes (25,8%), cuidado de la niñez (13,3%); compras, pagos o trámites del hogar (8,8%); y limpieza y mantenimiento de vestido (8,7%).
Otro de los resultados que reveló fue que para el 2022 este trabajo se presentó mayoritariamente en la zona urbana con un 73,2% del valor económico total, mientras el restante 26,8% correspondió a las zonas rurales.
En lo que respecta a la posición en el mercado laboral, las personas que están fuera son las que generaron mayor valor en el trabajo doméstico no remunerado con un 48,9%.
Le siguieron las personas ocupadas, con un valor de 47,3% y por último las personas desempleadas, que registraron un porcentaje de 3,8%. No obstante, el informe indicó que las personas fuera de la fuerza de trabajo y desempleadas generan 1,5 veces más valor que las ocupadas.
Por otra parte, las personas con secundaria son las que más aportaron al valor económico, siendo un 41,3%. En segundo lugar aparecen las personas con nivel educativo de primaria (33,6%) y por último las que poseen educación superior (25,1%).
Por último, el estudio del Central apuntó que el valor económico de este trabajo es mayor en las personas casadas o en unión libre, cuyo porcentaje se tasó en 54,7%.
Le siguieron las personas solteras con 26,5%, y las personas divorciadas, separadas o viudas con un 18,8%.
