Un proyecto de Ley que pretende fortalecer el control tributario (expediente 23.759) pareciera ir dirigido “básicamente a aumentar a cualquier costo” la probabilidad de "pescar evasores", en el análisis del economista y gerente general de Ecodinámica SA, Dennis Meléndez.
Ese criterio lo hizo ver a los diputados durante una comparecencia ante la Comisión Permanente Ordinaria de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa.
El proyecto plantea una reforma parcial al Código de Normas y Procedimientos Tributarios como parte de las acciones que quiere emprender el Estado en la lucha contra la evasión fiscal.
“Es correcto pensar en que los impuestos deben ser bien cobrados. Pero el principal requisito para lograrlo no es crear un Estado policiaco que ande detrás de todos los contribuyentes amenazándolos con sanciones elevadas y establecimiento controles difíciles de manejar”, afirmó Meléndez.
Y añadió que, la mejor recaudación de impuestos se obtiene de un sistema sencillo, claro y concentrado en pocos impuestos, que no requiera complicados sistemas de control.
Asimismo, el economista comentó que el proyecto intentar llevar a tal punto los controles que podría resultar en aumentos sustanciales en los costos de fiscalización.
“Resultará perjudicial para la economía al desestimular la actividad productiva. Lo cual paradójicamente puede terminar en una menor recaudación. En este sentido más bien va en la dirección incorrecta en que deberíamos estar pensando”, expresó Meléndez.
Otro de los puntos señalados por el economista es que en ninguna parte del proyecto se mencionan los instrumentos con que ya cuenta la administración para velar por el cobro adecuado de los impuestos y por qué resultan insuficientes o inadecuados para lograr ese objetivo.
“Puede ser que ya la administración cuente con instrumentos que puedan cumplir las mismas funciones y que simplemente no se estén utilizando”, manifestó Meléndez a los diputados.
Esquema puede resultar complicado
Meléndez comentó que no está mal intentar diseñar un esquema tributario que cierre todos los portillos para evitar evasión, especialmente con sanciones. “Pero en ese afán puede caerse en un esquema complicado, difícil y que resulta muy caro de administrar”, acotó.
En ese sentido, apuntó que el sistema debería ser eficiente como para aumentar las probabilidades de "pescar" a un evasor, pero sin que resulte excesivamente caro al punto que la recaudación que se obtenga sea menor al costo de esos controles.
Y agregó que, podría llegar a convertir la administración tributaria en un obstáculo para el funcionamiento de la economía.
“Exagerar en castigos o en controles puede resultar contraproducente, especialmente si desconocemos el valor de la evasión y la eficacia de las medidas. Pues pueden terminar en la parálisis de la economía y en un desestimulo para la producción”, afirmó Meléndez.
