Las zonas francas cada vez más son señaladas como un importante motor de desarrollo económico y empleo. Prueba de ello es que, las 499 empresas que hacen parte de este sector en el país generan empleo a 247.941 personas.
Según datos de la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER) y el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX), estas compañías reportaron 184.035 empleos directos y 63.906 indirectos.
Además, PROCOMER resaltó que el 44% del total de esos puestos de trabajo son ocupados por mujeres, lo que contribuye a reducir la brecha de género a nivel laboral.
El estudio detalló que el salario promedio que reciben los trabajadores de zonas francas es de $1.640 mensuales, es decir, 1.5 veces mayor que el sueldo promedio del sector privado nacional.
Asimismo, las empresas de este régimen muestran una permanencia promedio de 9 años en el país, lo que destaca para PROCOMER el arraigo que han desarrollado, principalmente por la confianza en el talento humano.
En esa línea, actualmente el país enfrenta el desafío de lograr que más empresas se instalen y permanezcan en suelo nacional, especialmente ubicadas fuera del Gran Área Metropolitana (GAM). Pero, además, una de las discusiones pendientes en el país es la referente a los beneficios que reciben las empresas que se instalan en zonas francas.
Estas no están sujetas al Impuesto sobre la Renta, de manera que todas sus ganancias terminan fuera del país.
En Costa Rica en los últimos 4 años, las zonas francas aportan el 15% del Producto Interno Bruto (PIB), para una contribución absoluta de $10.145 millones, representando así el 60% de las exportaciones del país.
Además, según PROCOMER el régimen también dinamiza la economía mediante compras a gran cantidad de proveedores locales. Solo en el 2022 realizaron compras por un monto de $5.017 millones, es decir, un 54% del total de sus adquisiciones.
Modelo productivo muy beneficioso
El presidente de la Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica (AZOFRAS), Carlos Wong, comentó que es un modelo productivo muy beneficioso, que actúa como motor de desarrollo económico y social.
“Las zonas francas generan empleo de alta calidad, incentivan la transferencia de nuevas tecnologías, impulsan las exportaciones, promueven los encadenamientos productivos, mejoran el nivel de vida de la población, además de estimular la competencia”, afirmó Wong.
Por su parte, Laura López, gerente general de PROCOMER, señaló que el país dispone de un modelo de zonas francas ampliamente reconocido a nivel mundial, que destaca por la seguridad jurídica que brinda a los inversionistas, siendo un aspecto medular de la propuesta de valor país de cara a la atracción de inversión extranjera.
En las zonas francas se destacan sectores como dispositivos médicos, manufactura inteligente, logística y servicios intensivos en conocimiento que aportan a la competitividad del país.
