Informe 2023

Industria Alimentaria logró estabilizarse recién en el segundo semestre

La mayor parte de los empresarios de la industria describieron el 2023 como positivo, con un mercado interno caracterizado por un consumidor cada vez más precavido. Las exportaciones se incrementaron. 

CACIA
photo_camera Mario Montero, Juan Ignacio Pérez y Carlos Antillón dieron a conocer el balance de la Industria Alimentaria en 2023. Foto: Brandon Esquivel.

Luego de ser golpeados por distintos problemas el año anterior, las empresas afiliadas a la Cámara de la Industria Alimentaria (CACIA), calificaron este 2023 como un año duro, sobre todo en el primer semestre, pero con un balance positivo al cierre.

Fue hasta el segundo semestre del presente año que la industria empezó a oxigenar su actividad, luego de tres años tormentosos que conjuntaron varias crisis profundas de origen externo, pero también interno.

Así lo dieron a conocer la mañana de este martes Juan Ignacio Pérez, Presidente de la Junta Directiva de CACIA, Mario Montero, Vicepresidente Ejecutivo y Carlos Antillón, de Regulaciones Públicas

La mejora durante la segunda parte del año se atribuye a una estabilidad en los indicadores económicos como el tipo de cambio y las tasas de interés.

“Es durante los últimos meses cuando empezamos ya a sentir un efecto, a partir del momento en el que el tipo de cambio se nos estabilizó.”, señaló Mario Montero, Vicepresidente Ejecutivo de CACIA.

La mayor parte de los empresarios de la industria describieron el 2023 como positivo, con un mercado interno caracterizado por un consumidor cada vez más precavido, el cual tiende mucho más a buscar precios bajos y promociones. Ello obliga al sector nacional a innovar en materia de calidad y propuestas de valor agregado para no sacrificar el valor económico.

Dentro de este marco, Montero dijo que ahora vemos un consumidor que “le dedica su presupuesto en una forma más inteligente a los bienes de primera necesidad y menos a la diversión y al óseo”.

La recuperación del sector turístico también ha influido en el dinamismo de la industria alimentaria, esto por el consumo que se ha incrementado en las zonas rurales.

“El dinamismo en las zonas rurales, particularmente a partir del comportamiento del turismo, pues nos generó un movimiento interesante en lo que son los alimentos industrializados.”, afirmó Montero.

Mercado local y exportaciones

Para el presente año la industria tuvo un crecimiento promedio de 1,4% entre enero y octubre en el mercado interno, algo que para CACIA es positivo dado que el entorno internacional les golpeó durante los últimos años.

“En el mes de octubre comparado con el mes de octubre del año pasado, tuvimos un crecimiento del casi 6%, lo cual es un crecimiento bastante bueno.”, indicó Montero.

Actualmente la industria alimentaria genera más de 103 mil puestos de trabajo asalariados, aporta cerca del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) y su nivel de exportaciones es superior a los $2.400 millones, colocándose como el tercer sector en materia de ventas al exterior.

A nivel del mercado local el sector alimentario es uno de los más importantes del país, por la vinculación directa con el mercado de consumo masivo.

En lo que respecta a las exportaciones como tal, tuvieron un crecimiento bueno pero moderado, que rondó el 5,3%, pasando de generar $2.358 millones el año anterior a $2.483 millones este 2023.

Hubo sectores con crecimientos extraordinarios tales como salsas y aderezos (34%); jaleas y procesados de frutas (38%); alimentos diversos (40%); carnes procesadas (31%); bocadillos y cereales (68%); harinas de trigo (38%), entre otros.

“Son crecimientos realmente importantes en sectores que te producen con alto valor agregado, lo cual nos da una sensación bastante positiva.”, acotó el Vicepresidente de CACIA.

Por otro lado, hubo sectores que vieron una reducción en sus exportaciones medidas en dólares, donde se encuentran materias primas alimentarias como azúcar, grasas vegetales y algunos jugos de frutas.

Finalmente, para el año entrante los empresarios proyectan estabilidad, similar al 2023 y sin presiones inflacionarias en los precios de los alimentos.

Entre los factores que señalaron para visualizar este pronóstico destacaron la inflación controlada, la reducción en las tasas de desempleo, la estabilidad cambiaria y una mayor reducción en las tasas de interés locales. Todo esto acompañado de estabilidad en los mercados internacionales de materias primas.