En el peor de los escenarios, el Sistema de Intermediación Financiera tendría capacidad para resistir una desaceleración económica severa, de acuerdo con un estudio de la Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF).
Esto porque las instituciones denominadas sistemáticas (para este ejercicio: BNCR, BCR, Popular y BAC San José), presentan niveles de Suficiencia Patrimonial (SP), por encima del mínimo regulatorio (10%), al igual que el resto de supervisados, con excepción de una entidad.
La SUGEF dio a conocer los resultados de las pruebas de estrés del riesgo de crédito denominadas Bottom Up Stress (BUST). Las pruebas incluyen 16 entidades supervisadas que cubren el 91% de los activos del Sistema Financiero Nacional (SFN).
Las mismas cuentan con la participación de bancos públicos, privados, mutuales, cooperativas y otras entidades. Esto con el objetivo de evaluar la capacidad de resistencia patrimonial de las entidades financieras, ante la presencia de escenarios macroeconómicos hipotéticos adversos.
El análisis se realizó bajo dos escenarios. Uno base con mayor probabilidad de ocurrencia, y otro adverso, que de manera hipotética plantea un fuerte deterioro económico y financiero, sin que la entidad mitigue los riesgos, con baja probabilidad de ocurrencia.
Para medir el impacto en el portafolio crediticio, se utiliza el cálculo de modelos que interrelacionan las variables macroeconómicas bajo estrés con el comportamiento de las carteras crediticias.
El supuesto es que los choques macroeconómicos afectan los ingresos y la capacidad de pagos de los deudores. Lo que terminaría generando mayores pérdidas que esperadas por las entidades financieras.
El indicador de SP debe absorber esas pérdidas inesperadas y mantener la entidad solvente bajo los parámetros de regulación vigentes.
En lo que respecta al escenario base todas las entidades superaron al cierre de la proyección del 2025 la exigencia mínima reguladora en los valores de SP.
“Estas pruebas son herramientas clave para alertar a las entidades sobre eventos adversos e imprevistos a los que son más vulnerables, y así puedan prever acciones mitigadoras con anticipación”, indicó Rocío Aguilar, Superintendente de Entidades Financieras y Pensiones.
Distintas metodologías en las entidades
El BUST también midió la capacidad de modelización del riesgo de crédito de las entidades participantes.
Se reflejó un avance en aspectos como la calidad de las bases de datos, gobernanza del ejercicio, capacidad predictiva de los modelos utilizados, cálculo de recuperación de activos y las proyecciones financieras.
En los últimos ejercicios las entidades han incorporado distintas metodologías con el fin de mejorar sus predicciones de pérdida esperada y sus efectos en los estados financieros proyectados.
