Proyecto Orosi II

A y A ni siquiera tiene aún los fondos para ampliar acueducto metropolitano

Juan Manuel Quesada presidente ejecutivo de A y A no considera abandonado el proyecto Orosi II. Foto Sócrates Colindres
photo_camera Juan Manuel Quesada, presidente ejecutivo de A y A, no considera abandonado el proyecto Orosi II. Foto Sócrates Colindres

El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (A y A) ni siquiera tiene previstos los recursos para poner en marcha el Proyecto de Abastecimiento para el Acueducto Metropolitano, conocido como Orosi II.

De hecho, a este momento apenas se está en la etapa de actualización de los estudios de factibilidad del proyecto, que fueron enviados recientemente al Ministerio de Planificación y Política Económica (MIDEPLAN), según reconoció Juan Manuel Quesada, el presidente ejecutivo del A y A.

www.despertar.cr le consultó al funcionario sobre el estado del proyecto, toda vez que en la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) apuntan como uno de los principales problemas que golpean al sector, la falta de disponibilidad de pajas de agua potable para nuestras edificaciones.

Carlos Trejos, presidente de esa organización empresarial, explicó que el problema se da en todo el país, pero golpea especialmente los proyectos en la Gran Área Metropolitana, donde una larga lista de iniciativas está bloqueada en la actualidad.

Pero destacó que el país no enfrenta escases de agua potable, aunque sí se ha quedado rezagado en cuanto al desarrollo de la infraestructura para poner el líquido a disposición de quienes lo requieren.

Ante el planteamiento de Trejos y la CCC, Quesada se apresuró a decir que Orosi II no está olvidado. Eso, a pesar de que no pudo decir en definitiva que el proyecto se llevará a cabo, y menos aún, cuando.

Si bien los números finales solo podrán estimarse una vez que se complete el estudio de factibilidad, el jerarca de A y A se anticipó a señalar que la obra podría superar los $600 millones de dólares.

Mientras tanto

Lo más que pudo apuntar el funcionario, es que, al ser un proyecto de largo plazo, ha girado directrices para añadir soluciones a corto y mediano plazo para garantizar el abastecimiento de agua potable.

Orosi II implica instalar 44,3 kilómetros de tuberías desde Orosi de Cartago, hasta una nueva planta potabilizadora en el distrito de Patarrá, en Desamparados, así como cuatro tanques de almacenamiento con capacidad para 10.000 metros cúbicos de agua cada uno.

Pese a la magnitud del problema, Quesada se limitó a apuntar la incorporación de nuevas fuentes de agua, y a la interconexión entre los sistemas.

Más allá de que todos son conscientes de que asumió el cargo este año, el funcionario entró en la dinámica de disculparse por el abandono de la infraestructura institucional y la falta de mantenimiento, a lo que sumó la poca capacidad de planificación y ejecución de obras.

Y, para más en esa línea de las justificaciones, Quesada dijo que el crecimiento desordenado y sin planificación de las zonas urbanas, junto a los efectos del fenómeno del niño, inciden en la magnitud del problema.

Además, “hay proyectos que los resultados los vemos todos los días", sostuvo al referirse a su plan de cambiar cerca de 400 mil medidores en mal estado. "Ese proyecto es el que pretende la reducción de las pérdidas del agua del sistema, que hoy superan el 50%. Optimizando el sistema se reducen las fugas y esa agua puede llegar a las personas”, añadió.