La presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Marta Esquivel justificó que el superávit institucional del 2023, dado a conocer por la institución en un informe que presentó a la Contraloría General de la República (CGR), es producto de la subejecución presupuestaria de los años previos a su gestión.
Esquivel explicó que durante años, la entidad no desarrolló las obras de infraestructura y tampoco hizo otras inversiones que estaban en la programación.
Pero, curiosamente, la misma funcionaria señaló que del superávit contabilizado en el 2023, alrededor de ¢500.000 millones son producto de proyectos no ejecutados. Esa cifra se queda corta con respecto al total.
Según informó de la CCSS en la liquidación presupuestaria presentada ante la Contraloría General de la República (CGR) tuvo un excedente en los seguros de Salud y de Pensiones, por alrededor ¢1.2 billones.
Este excedente se da en momentos en que hay un reclamo de diferentes sectores que exigen que la entidad invierta en la contratación de personal especializado, así como de apoyo y que construya infraestructura, pues en la actualidad existen atrasos importantes que afectan la atención de la población asegurada.
“Lo que demuestra es que hay una subejecución importante institucional.
“Muchos de los proyectos no se han ejecutado en los tiempos que estaban dispuestos y por eso figura un superávit que realmente es una subejecución”, insistió Esquivel.
El año pasado la Junta Directiva de la CCSS suspendió el portafolio de inversiones en el que se encontraban proyectos relevantes, pero en noviembre anterior lo reactivó.
La presidenta ejecutiva explicó que pese a tener superávit, eso no implica que la institución cuenta con la disponibilidad de esos recursos en su totalidad.
Agregó que, en la liquidación presupuestaria del 2022, la CCSS también tuvo un superávit importante, aunque no especificó de cuánto fue.
Colaboró en la información: Sócrates Colindres Lagos.
