El presidente del Comité Ejecutivo del Partido Liberación Nacional (PLN), Ricardo Sancho, fue enfático repitiendo la frase “Maldito bullying” en tres ocasiones durante su discurso de apertura de la Asamblea Nacional de la agrupación, con ocasión del aniversario 73.
Y añadió que el bullying es la forma más perversa de odio, y a partir de él nacen nuevas formas de violencia. Se refería a la forma en que se expresa el presidente de la República, Rodrigo Chaves, cada vez que se presenta en público.
Sostuvo que mientras la violencia se está apoderando del país, en la situación en que nos encontramos el presidente Chaves se dedica a producir la violencia simbólica, perforando los muros de la esperanza de generaciones enteras.
“Costa Rica es más grande que un gobierno. Costa Rica es más grande que una persona. Costa Rica es más grande que un presidente. El puesto más importante de la democracia es el ciudadano”, afirmó.
Sancho subrayó que “la gran mentira es que somos una sociedad cobarde, que somos un pueblo doblegado por la patanería y el discurso de odio. Cuando el odio se institucionaliza, estamos frente a la tiranía y es cuando de momento salimos a luchar por la verdad”.
Previo al discurso del dirigente liberacionista, se proyectó un video utilizando frases y una silueta similar a la del presidente Chaves, para cerrar con el mensaje: “Liberémonos del bullying, por la paz de nuestros hijos y por la tranquilidad de Costa Rica”.
Por otra parte, ya en los temas internos del PLN, Sancho señaló que, o cambia o desaparece, ya que debe recobrar la confianza del pueblo aplastando la corrupción y renovando sus liderazgos. "Si cambia Liberación, cambiará Costa Rica. Este es el partido de la clase media, el partido del desarrollo sostenible y el partido de las mujeres", dijo.
También llamó a consolidar una democracia participativa y a fortalecer la institucionalidad. En ese sentido, alertó que el PLN debe ser ejemplo de transparencia y de apertura hacia la participación inclusiva y abierta, promoviendo un sistema político en el que la voz de cada costarricense se escuche y se respete.
