JAPDEVA evidencia mentira sobre marina y terminal turística en Limón

JAPDEVA tiene el suspenso el proyecto de la marina y la terminal de cruceros.
Pese a las bondades que el presidente Chaves y la ministra Fernández le atribuyen al proyecto, la realidad es que tienen todo frenado, apostando exclusivamente a un mecanismo que por ahora no es viable.

Sistemáticamente, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, y la ministra de la Presidencia, Laura Fernández, han sostenido que la Contraloría General de la República se opone a la construcción de una marina y una terminal de cruceros en Limón.

Han dicho, también, que este proyecto estrella de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (JAPDEVA) es importante porque llevará empleos y progreso a la provincia de Limón.

Sin embargo, ha quedado en evidencia que la institución no ha terminado de elaborar el proyecto y tampoco ha completado los procesos previos, para someterlo a revisión por parte de la Contraloría.

En otras palabras, lo dicho hasta ahora por los integrantes del Poder Ejecutivo no es otra cosa que una mentira.

Después de dos consultas hechas por www.despetar.cr a la oficina de Prensa de JAPDEVA con respecto a esa iniciativa, por fin llegó la respuesta:

“En este momento, el proyecto se encuentra a la espera de la resolución o siguientes pasos de la Ley Jaguar para el desarrollo de Costa Rica. En ese proyecto de ley de referéndum se incorporado (Sic) una modificación al artículo 5 bis de la Ley Orgánica de JAPDEVA, para indicar con puntualidad las actividades en las que JAPDEVA puede desarrollar alianzas estratégicas, el plazo de estas y los mecanismos para determinar los términos y condiciones generales de estas alianzas”, dice la comunicación de la institución.

En otras palabras, todo fue puesto en pausa a la espera de saber si la reforma podría cobrar vida, algo que, por cierto, de momento quedó descartado luego que este martes se conociera el pronunciamiento de la Sala Constitucional en relación con las consultas facultativas de constitucionalidad que presentaron el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y la Contraloría General de la República (CGR).

Para más, JAPDEVA sostiene que “una vez que se cuente con la Ley respectiva, con la modificación indicada, se deberá realizar los ajustes respectivos en el estudio de factibilidad del proyecto para avanzar en la fase de inversión”.

Y añade que “el proyecto cuenta con la viabilidad técnica de la marina de Limón por parte de la Comisión Interinstitucional de Marinas y Atracaderos Turísticos (CIMAT) y la viabilidad ambiental por parte de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA)”.

Pero, lo más interesantes es lo que sigue: “Los estudios Legal, Administrativo y la evaluación financiera económica se encuentran a la espera de la Ley Jaguar…”.

Más claro, no se puede. Ni siquiera se ha completado las fases previas del proyectos, por lo que, ciertamente, no ha sido consultado a la Contraloría.

La marina y la terminal turística son iniciativas interesantes para Limón. Pero, en este punto, ni siquiera se puede emitir una opinión sobre la calidad de la propuesta, pues no está lista.

Pese a las bondades que el presidente Chaves y la ministra Fernández le atribuyen al proyecto, la realidad es que tienen todo frenado, apostando exclusivamente a un mecanismo que por ahora no es viable. Dicho de otro modo, la apuesta es una sola, que tiene que ver con la vía para desarrollar los proyectos, y no los proyectos como tales.

Lástima que, no han entendido que los proyectos se deben plantear en función de la legislación vigente, aún cuando haya un interés de modificar esa normativa para abrir nuevas alternativas para el desarrollo de obra pública. Porque no es razonable dejar todo en el aire a la espera de algo incierto. Y menos aún puede ser aceptable recurrir a manifestaciones falsas para justificar la inacción.